PLANETA CANARIO
Cerca de medio centenar de miembros de Ciudadanos (Cs) participó el pasado fin de semana en un almuerzo celebrado en la capital tinerfeña como muestra de apoyo a los cuatro cargos públicos del partido naranja sobre los que pesa un expediente de expulsión, aún no definitivo, por haber pactado con el PSOE y apeado del poder a CC-PNC en el Cabildo de Tenerife y en el Ayuntamiento chicharrero.
Además de los consejeros Enrique Arriaga y Concepción Rivero (integrados ya en el nuevo gobierno insular que preside el socialista Pedro Martín) y los concejales santacruceros Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano (también miembros del equipo gobernante que encabeza la alcaldesa del PSOE Patricia Hernández), en el encuentro de cofraternización participaron otros rostros conocidos del partido naranja, como el exconcejal en el Ayuntamiento santacrucero Enrique Rosales.
Como además atestiguan las imágenes que algunos de los participantes en esta cita divulgaron en las redes sociales, estuvieron presentes también Maribel Díaz, Laura Hernández, Sara Ruiz, José Clemente Díaz y David Ruiz, entre otros.
Según indicaron algunos asistentes al almuerzo, de este modo expresan su respaldo a la decisión adoptada por los expedientados, de no permitir que gobernara de nuevo CC en las dos mayores instituciones públicas de Tenerife, ya que consideran que la regeneración política era el compromiso adquirido con el electorado, y que tal promesa implicaba no contribuir a que los nacionalistas continuaran en el poder, sin por ello vulnerar líneas rojas generales del partido, como era pactar con imputados o con Podemos.
Las directrices dadas por el Comité de Pactos, sobre todo por sus dirigentes Teresa Berástegui y la candidata a la presidencia del Gobierno canario Vidina Espino, han provocado una implosión en Cs, que el partido ha intentado aplacar nombrando a una comisión gestora, aunque sin dar marcha atrás a los procesos de expulsión.
La nueva gestora del partido ha dado a los militantes de Cs la directriz de que no pueden compartir contenidos en las redes sociales elaborados por los cargos públicos expedientados. Así que, por la misma regla de tres, a los nuevos dirigentes regionales tampoco les debe de haber gustado esta exhibición de apoyo a los que están pendientes de ser expulsados de la formación naranja.
Arriaga: «No hemos venido a la política a engañar a los electores»

En el caso de Arriaga y Rivero, que apoyaron la pasada semana la moción de censura contra Carlos Alonso (CC-PNC), durante el pleno celebrado en el Cabildo enfatizaron que no han venido a la política «a engañar a nadie». «Todo el mundo sabía cuál era nuestra intención desde el principio, aunque eso no quita haber tenido conversaciones con todas las fuerzas políticas por cortesía», apuntó el consejero, que se encarga en el nuevo gobierno insular de las áreas de Carreteras, Movilidad e Innovación
«En estos días, mi compañera y yo hemos recibido insultos y vejaciones de todo tipo, simplemente por hacer lo que habíamos dicho que íbamos a hacer, es decir, ser coherentes con la palabra dada durante la campaña electoral», manifestó Arriaga en un pleno del Cabildo que pasará a la historia por haber sido el que ha apeado del poder a CC-PNC.
Y subrayó Arriaga que «nunca, repito nunca, hubo ni un pacto ni un principio de acuerdo entre Cs, PP y CC, lo que siempre persiguieron era sumar a Cs a su bloque, algo que nunca consiguieron, algo que nunca estuvo cerca de suceder».»Que les quede claro, No por mucho repetir una mentira, ésta se va a convertir en realidad», zanjó.
Por su parte, Zambudio, que es concejal de Desarrollo Económico, Patrimonio Histórico y Cultura en el gobierno chicharrero, ha declarado a PLANETA CANARIO que «permitir que Bermúdez volviera a gobernar hubiera sido una falta de ética y un engaño al electorado». La edil, que es abogada, se ha querellado contra Vidina Espino (ahora diputada regional), por haberla acusado de dejarse comprar para pactar con el PSOE.