PLANETA CANARIO
La Fiscalía Provincial de Las Palmas ha decidido denunciar al párroco Fernando Báez Santana, más conocido como el padre Báez, por un presunto delito de justificación de violencia machista en sus comentarios en medios de comunicación y redes sociales sobre el caso de las niñas tinerfeñas desaparecidas en Tenerife a finales de abril, tras ser secuestradas por su padre, de quienes solo se rescató del fondo del mar el cadáver de la mayor, Olivia, de 6 años.
La investigación judicial maneja como principal hipótesis que el padre también asesinó a la otra niña, la lanzó igualmente a la profundidad oceánica, tras lo cual el se habría suicidado en el mar.
El cura, a quien el Obispado de Canarias apartó en junio de su parroquia en Telde y le prohibió cautelarmente oficia misa, llegó a atribuir este asesinato a una presunta «infidelidad» de la madre, y que el supuesto asesino, Tomás Antonio Gimeno, era una «víctima». Además, como ambos ya tenían otras parejas, el padre Báez dijo que eso equivale a «robar hijos y entregarlos a quien no los engendró».
La Fiscalía anunció entonces que abría de oficio diligencias contra el sacerdote, que también fue denunciado por el Cabildo de Gran Canaria. Para el Ministerio Público, las afirmaciones del padre Báez pueden constituir un delito de discriminación previsto en el artículo 510.2.b del Código Penal, castigado con penas de seis meses a dos años de cárcel.
En Facebook estas son las afirmaciones que hizo Fernando Báez:
De acuerdo con el Código Penal, comete ese delito de discriminación quien «enaltezca o justifique por cualquier medio de expresión pública o de difusión los delitos que hubieran sido cometidos contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad, o a quienes hayan participado en su ejecución».
El obispo de la provincia de Las Palmas, José Mazuelos, reprochó al cura que sus palabras habían «colmado el vaso». «En la vida la Iglesia va a justificar un crimen de violencia vicaria por infidelidades conyugales: aquí hay un culpable y punto», remachó el prelado.

A su modo, el padre Báez, acorralado por la polémica y las investigaciones contra él, decidió disculparse. «Admito que he experimentado toda una vida de retos en lo relativo a disculparme, en especial cuando pensaba que yo estaba en lo correcto, que me habían malinterpretado o que la parte ofendida estaba siendo demasiado delicada; no obstante, hace poco descubrí que la necesidad de una disculpa no es tanto algo que se trate de mí como de la persona que, sin importar la razón, se ofendió por algo que hice o dije o no hice, más allá de mis intenciones».
En Facebook, el denunciado mantiene publicado el vídeo con el que desató la polémica (a partir del minuto 9:20):
En Change.org se abrió una petición de firmas para exigir la «destitución como sacerdote» del tan mediático como polémico religioso, una reivindicación que recabó 7.164 apoyos.
El Obispado explicó en su momento que el padre Báez renunció a su oficio de párroco, después de que el 16 de junio se le notificara formalmente el inicio de un proceso canónico contra él.