PLANETA CANARIO
La Alianza de Vecinos de Tenerife considera «peligroso» para la economía canaria «responsabilizar no solo al sector turístico sino al propio turista» de problemas que, en realidad, son «producto de una deficiente gestión política» de las diferentes Administraciones públicas a lo largo de muchos años.
Este colectivo ciudadano afirma en un comunicado que, ante las manifestaciones convocadas por grupos ecologistas para el 20 de abril, se están lanzando mensajes contradictorios con la importancia que el turismo tiene para la economía canaria, «nos guste o no», que además desvían hacia el turista la responsabilidad de problemas como «la falta de viviendas de protección oficial, el caos de tráfico, el deficiente transporte público, la no regulación del alquiler vacacional, los vertidos de aguas residuales y la ordenación del territorio, que, son cuestiones que competen a quienes, de diferente signo político, han gobernado municipios, islas y el Archipiélago en las últimas décadas».
Para la Alianza de Vecinos, es indudable que hay razones de sobra para que la ciudadanía muestre su malestar, «pero gran parte de los problemas que motivan estas protestas se solucionan sin necesidad de atacar al sector turístico en aquello de lo que no es responsable».
En este sentido, lamenta que, pese a que los convocantes de la manifestación se han desmarcado de la turismofobia y de la politización de la protesta, algunos activistas hayan recibido a los turistas en los aeropuertos canarios con carteles que muestran reivindicaciones sobre estos problemas, «como si fueran culpa de quienes nos visitan, una protesta no solo irresponsable sino incluso inmoral porque a quien hay que presionar es en tal caso a nuestros gobernantes, pero no a los turistas, pues se puede poner en riesgo los puestos de trabajo de miles de personas del sector turístico, y se les crea a estos trabajadores una angustia innecesaria».
«SI la vivienda es cara es porque los gobernantes nunca han priorizado la construcción de viviendas de protección oficial a precios asequibles para los sueldos en Canarias, ni a día de hoy se ha regulado el uso turístico de viviendas residenciales, sobre lo que justo ahora se está tramitando una ley autonómica», subraya este colectivo vecinal.
«Si las carreteras son un caos y el tráfico ha colapsado es, sobre todo, por la ausencia de una apuesta real por el transporte colectivo, lo que hace que la guagua sea el último remedio para miles de personas o, sencillamente, no les permite desplazarse para llegar a tiempo en este medio público, y porque las carreteras arteriales no se han trazado adecuadamente», señala la Alianza.
En cuanto a los vertidos de aguas residuales, esta agrupación ciudadana afirma que «no son sino el fruto de la irresponsabilidad política de no dotar a los núcleos de población de saneamiento y depuradoras que traten el agua antes de verterla al mar, o, incluso mejor, filtrarla para su reutilización en la agricultura, por cierto también abandonada». En este punto, la Alianza también sostiene que el turista «no el responsable de que un importante porcentaje del agua obtenida del subsuelo o de desaladoras se pierda por el mal estado de canales y de las redes de transporte hídricas».
Por lo que respecta a determinadas actuaciones urbanísticas cuestionadas por su proximidad a espacios naturales protegidos, «no cabe duda de que el turista no tiene culpa de eso, sino, en tal caso, queda bajo la competencia de las instituciones publicas que, con la debida participación ciudadana, debían ordenar adecuadamente el territorio siempre de manera honesta y dando seguridad jurídica con sus decisiones».
Otro asunto al que alude la Alianza de Vecinos es la necesidad de que el sistema público de enseñanza garantice un eficaz dominio de idiomas extranjeros por los canarios, de manera que adolecer de este conocimiento no sea un obstáculo para ocupar los puestos de trabajo que genera el turismo.
«También es responsabilidad de nuestros políticos y no del turismo», insiste este colectivo vecinal, «mejorar la gestión de la Sanidad pública, pues estamos a la cola de España en tardanza por una cita para una consulta diagnóstica y ocupamos los últimos lugares de la clasificación autonómica también en espera por un operación».
Para la Alianza, «algunos activistas quieren desviar ahora toda esa responsabilidad hacia el turista y el sector turístico, entre quienes destacan personas politizadas de ideología extremista de izquierdas que quieren sacar rédito político desequilibrando el sistema económico y social ante su incapacidad para obtener representación en las instituciones públicas en las elecciones».
Este colectivo de vecinos está de acuerdo en que es necesario «arreglar» todas las cuestiones mencionadas, «pero sin perder de vista que el turismo es la única tabla de salvación que sigue teniendo el Archipiélago canario para poder maniobrar», si bien aboga por dar más peso a la agricultura y la industria, «una cacareada diversificación económica en la que también han fracasado hasta ahora nuestros políticos».