PLANETA CANARIO
El Gobierno de Canarias ha actualizado, mediante decreto, la delimitación de las zonas de Canarias con acuíferos subterráneos afectados por la contaminación de nitratos de origen agrario al mismo tiempo que vulnerables a la infiltración de estos compuestos en los acuíferos subterráneos por el agua de lluvia.
La isla más afectada es Gran Canaria, donde presentan este riesgo amplias comarcas del noroeste, norte, noreste, este, sureste, suroeste y oeste. En La Gomera, el valle de San Sebastián y Valle Gran Rey. En La Palma, el área del Valle de Aridane-Tazacorte. Y en Tenerife, la masa costera del Valle de La Orotava.
A su vez, estas mismas zonas se declaran «vulnerables», cuya escorrentía o filtración afecta o pueda afectar a la contaminación por nitratos de origen agrario, según el decreto conjunto de las consejerías de Agricultura, Ganadería y Pesca, y de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, publicado este lunes 15 de mayo en el Boletín Oficial de Canarias (BOC).
En el plazo de seis meses a partir de la entrada en vigor, las consejerías competentes en materia de agricultura y en aguas, mediante orden departamental elaborarán y establecerán conjuntamente, o en su caso, actualizarán, programas de actuación para prevenir y reducir la contaminación causada por los nitratos.
Además, en el plazo de un año a partir de la aprobación de esos programas, los respectivos Consejos Insulares de Aguas elaborarán y realizarán labores de muestreo y seguimiento que sean necesarios en cuanto a calidad de las aguas por estos contaminantes, con el fin de modificar, en su caso, la relación de zonas vulnerables, así como para comprobar la eficacia de las medidas adoptadas.
El decreto publicado en el BOC este lunes explica que viene obligado por la aplicación en España la Directiva 91/676 del Consejo de la Unión Europea, de 12 de diciembre, relativa a esta materia, encaminadas a eliminar o minimizar los efectos de los nitratos sobre las aguas.
Para paliar este problema, se hace necesario concienciar de su gravedad a agricultores, ganaderos, técnicos del sector, administración y ciudadanía en general, difundir las medidas establecidas para su control, subraya la Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático en su web.
Los daños de un exceso de nitratos en la salud y el medio ambiente
El uso excesivo de fertilizantes nitrogenados, residuos de animales o derrames de agua procedente de explotaciones ganaderas o la infiltración de drenaje humano proveniente de las fosas sépticas puede ocasionar que nitratos (NO3-) terminen contaminando los acuíferos.
Los microorganismos presentes en el suelo, el agua y el drenaje transforman los nitratos en nitritos (NO2-) Ambas sales de nitrógeno tienen efectos perjudiciales sobre el medio ambiente y la salud.
El exceso de nitrato en las aguas puede originar fenómenos de eutrofización, es decir, la proliferación de algas en superficie que forman una capa impidiendo la penetración de los rayos solares en el agua. Como consecuencia, en el fondo se agota pronto el oxígeno y el ambiente se vuelve pronto anóxico, apareciendo fenómenos de putrefacción. En la agricultura, la eutrofización reduce la calidad de las aguas y ocasiona daños en los sistemas de riegos. Las aguas eutrofizadas se vuelven insalubres y no aptas para el consumo.
La ingestión de nitritos puede afectar a la salud ya que convierten la hemoglobina en la sangre a metamoglobina. Esta disminuye la cantidad de oxígeno que se transporta en la sangre. Como resultado, las células no tienen suficiente oxígeno para funcionar adecuadamente. A este trastorno se le denomina metamoglobinemia. Los bebés menores de seis meses, son especialmente sensibles a este fenómeno tras ingerir agua con niveles elevados de nitritos o nitratos.
Por otra parte, la ingestión excesiva de nitritos o nitratos ha sido relacionada con determinados tipos de cáncer. Las nitrosaminas son productos con elevado potencial carcinógeno que se forman a partir de nitratos y nitritos una vez ingeridos.
En las experiencias de laboratorio se ha comprobado que alrededor del 75 % de ellas pueden originar cánceres hepáticos y, aunque con menor frecuencia, también de pulmón, estómago, riñones, esófago y páncreas. También se ha podido comprobar que existe una correlación directa entre el consumo de alimentos o aguas con exceso de nitratos y los cánceres gástricos.