PLANETA CANARIO
El Cabildo de Tenerife ha puesto en marcha la estrategia de repoblación de especies endémicas y autóctonas en las zonas del Parque Nacional del Teide que se vieron afectadas por el gigantesco incendio forestal del año pasado.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad, y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, explica que “el vivero cumple su función para las acciones de reforestación dentro del Parque, pero hemos acelerado la producción de plantas para poder intervenir también en la zona afectada por el fuego».

Las principales variedades de flora son el codeso, el cedro canario, la jarilla de cumbre, la violeta del Teide o la retama, entre otras muchas con un gran valor medioambiental”.
Pérez recuerda en un comunicado que en estos momentos la zona del vivero del Jardín Botánico se somete a una ampliación, promovida con la Fundación Cepsa. “Gracias a este convenio podemos ampliar la zona de trabajo en unos 200 metros cuadrados de superficie con el fin de duplicar la producción de plantas y alcanzar las cifras previstas hasta 2026”, explica.
El vivero del Jardín Botánico de El Portillo cuenta con una superficie de más de 40.000 metros cuadrados en donde se desarrolla todo el ciclo de la planta: la selección de semillas, crecimiento en invernaderos y en zonas de acondicionamiento climático, la plantación controlada y protegida y la definitiva cuando adquiera el porte necesario para su supervivencia.

Al producir y plantar variedades endémicas, se fortalecen las poblaciones naturales, se protegen especies en peligro de extinción y se promueve la restauración de hábitats degradados, como han quedado las zonas afectadas por el incendio forestal.

En ese sentido, se han realizado vallados en algunas zonas del Parque Nacional del Teide para garantizar y recuperar la flora lo más rápidamente posible y evitar la acción de los herbívoros que cohabitan en el parque, como son los conejos y los muflones. Una vez que cojan porte las plantas, los vallados se retirarán porque ya podrán soportar la acción de los herbívoros.
Estos vallados han recibido críticas del Foro contra la Incineración, por las largas zanjas con retroexcavadoras y el impacto de estas cercas, que esta veterana web medioambientalista tacha de «desproporcionadas» y «aberrantes» por su impacto, mientras que la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria asegura que, pese a su afección negativa inicial al paisaje, son necesarios para proteger la vegetación autóctona de los hervíboros asilvestrados
