VICENTE PÉREZ
La dirección nacional del PP ha dado por cerrada la etapa de Asier Antona como líder en Canarias. El hasta ahora secretario general del partido, el palmero Asier Antona, será elegido este martes senador por el Parlamento canario, lo que además supondrá su renuncia como presidente del PP en el Archipiélago.
El político palmero llegó a este liderazgo tras la dimisión de José Manuel Soria por el escándalo de los papeles de Panamá y sus cuentas de empresas familiares en paraísos fiscales, asunto que el exministrono fue capaz de clarificar ante la opinión pública.
Posteriormente, Antona logró ser ratificado como presidente del PP canario por apoyo mayoritario de los militantes del partido en unas primarias que disputó a Cristina Tavío, Juan José Cardona y Enrique Hernández Bento. Ahora su marcha está motivada por decisiones de la cúpula nacional que encabeza Pablo Casado no refrendadas aún por las bases, así como maquinaciones de Soria, que mantiene influencia en la sombra.
De ahí que haya trascendido que la sustituta al frente del PP en Canarias será Australia Antona, experimentada miembro del partido y afín a Soria.
La herencia nacional y las exigencias de CC

Los resultados de las últimas citas electorales han sido negativos para el PP, pero no solo en Canarias, sino en toda España, salvo en circunscripciones muy concretas. Los casos de corrupción a escala nacional en el PP y el desgaste de imagen por los recortes presupuestarios aplicados por Mariano Rajoy durante la crisis económica perjudicaron las aspiraciones de Antona en Canarias, al punto de que perdió la mitad de los votos y escaños en el Parlamento regional.
A ello se une que el PP no entró en el Gobierno canario en esta legislatura, al fracasar el pacto de centro derecha, en el que era necesario la ASG de Casimiro Curbelo. Aunque desde el sector afín a Soria y desde CC culpan a Antona de ese fracaso y de que haya entrado a gobernar la izquierda en Canarias, la realidad es que los nacionalistas canarios llegaron a ofrecer a Antona una presidencia del Gobierno descafeinada, primero, y luego, exigieron que se hiciera a un lado, a lo que el hasta ahora líder regional del PP se negó.
Cuestión distinta era la línea roja puesta por Ciudadanos (Cs), que siempre ha defendido que no pacta con imputados, por lo que puso como condición para un pacto con CC y PP que Fernando Clavijo no estuviera en el Ejecutivo regional. Clavijo también se irá al Senado, donde estará aforado.
A ello se une que en la isla de La Palma, de donde es originario Antona y donde es líder insular del PP, sus consejeros en el Cabildo desobedecieron las directrices nacionales y pactaron con el PSOE, en lugar de con CC, asumiendo además la presidencia de esta institución insular. En otras circunstancias eso sería un éxito, pero a Antona ye le han puesto el sambenito encima desde la dirección nacional del partido y no hay vuelta atrás. Y todo ello sin que los militantes digan nada. Su dimisión y marcha al Senado dan carpetazo a una etapa, y abren otra, con la alargada sombra de Soria proyectándose sobre la gaviota isleña.